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Deliciosos Macarrones con Bechamel y Queso, un clásico irresistible

Los Macarrones con Bechamel y Queso son un plato clásico y delicioso. Para prepararlos, necesitas ingredientes como macarrones, queso rallado, mantequilla, harina, leche entera, nata líquida o crème fraîche, nuez moscada, sal y pimienta.

Primero, elabora la bechamel mezclando mantequilla y harina, luego añade la leche y la nata, y finalmente agrega el queso rallado.

Después, cocina la pasta y mézclala con la bechamel antes de transferirla a una fuente para horno.

Espolvorea queso rallado por encima y hornea hasta que esté dorada.

Unos consejos adicionales son usar queso de calidad y rallarlo en casa, además de dejar reposar antes de servir.

Ingredientes:

Macarrones

Los macarrones son la base de esta deliciosa receta.

Se utilizan maccheroni, una variedad de pasta corta y tubular que tiene una textura perfecta para absorber la deliciosa bechamel y el queso gratinado.

Queso rallado

El queso rallado es uno de los ingredientes clave en esta receta.

Se puede utilizar queso tipo gruyère, emmental o comté, que le darán un sabor rico y cremoso a los macarrones gratinados.

Mantequilla

La mantequilla es necesaria para preparar la bechamel, aportando su suavidad y sabor característico.

Se utiliza para mezclar con la harina y crear una base espesa y cremosa para la salsa.

Harina

La harina, combinada con la mantequilla, es utilizada para espesar la bechamel y brindarle una consistencia suave y sedosa.

Leche entera

La leche entera es esencial para lograr una bechamel cremosa y sabrosa.

Se agrega gradualmente a la mezcla de mantequilla y harina para obtener una textura suave y homogénea.

Nata líquida o crème fraîche

La nata líquida o la crème fraîche se añaden a la bechamel para proporcionarle una textura más rica y cremosa.

Agrega un toque extra de suavidad y sabor a los macarrones gratinados.

Nuez moscada

La nuez moscada es una especia que se utiliza para sazonar la bechamel.

Aporta un sabor aromático y cálido que realza los demás ingredientes de la receta.

Sal y pimienta

La sal y la pimienta son ingredientes clave para sazonar los macarrones gratinados.

Se utilizan para realzar el sabor de la bechamel y el queso, brindando un equilibrio perfecto.

Preparación:

Antes de comenzar la preparación de los macarrones con bechamel y queso, asegúrate de tener todos los ingredientes necesarios a mano.

El proceso consta de varias etapas clave que asegurarán el resultado final delicioso y gratinado que estás buscando.

Elaboración de la bechamel:

Comienza derritiendo la mantequilla en una cacerola a fuego medio-bajo.

Una vez derretida, añade la harina y mezcla bien hasta obtener una pasta homogénea. Deja cocinar la mezcla durante unos minutos, removiéndola constantemente para evitar que se queme.

A continuación, procede a incorporar la leche entera de forma gradual, añadiendo un poco a la vez mientras continuas removiendo.

Esto ayudará a evitar la formación de grumos indeseables.

Continúa cocinando la bechamel a fuego medio-bajo hasta que espese y adquiera una consistencia suave y sedosa.

Finalmente, añade la nata líquida o crème fraîche y el queso rallado de tu elección.

Continúa removiendo hasta que el queso se derrita por completo y se integre perfectamente en la bechamel.

Para realzar el sabor, sazona la bechamel con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada rallada.

Cocción de la pasta:

Ahora, es momento de cocinar la pasta. Hierve abundante agua en una olla grande y añade un poco de sal para realzar el sabor.

Agrega los macarrones y cocina según las indicaciones del paquete, teniendo en cuenta que deben quedar al dente.

Una vez cocidos, escúrrelos bien para eliminar el exceso de agua.

Mezcla de la pasta y la bechamel:

Cuando los macarrones estén cocidos y escurridos, colócalos en un recipiente lo suficientemente grande como para permitir una buena mezcla con la bechamel.

Vierte la bechamel por encima de la pasta y mezcla suavemente con una cuchara o espátula, asegurándote de que cada macarrón esté cubierto de manera uniforme.

Horneado de los macarrones gratinados:

Una vez que todos los macarrones estén cubiertos con la bechamel, es hora de gratinarlos en el horno para lograr esa textura dorada y crujiente tan deseada.

Prende el horno a 180 ºC y coloca el recipiente con los macarrones dentro.

Deja que se horneen durante aproximadamente 30 minutos, o hasta que la parte superior esté gratinada y adquiera ese color dorado irresistible.

Una vez que los macarrones gratinados estén listos, retíralos del horno y déjalos reposar durante unos 10 minutos antes de servir.

Esto permitirá que los sabores se asienten y la textura se vuelva aún más deliciosa.

Ahora que conoces todos los pasos para preparar unos deliciosos macarrones con bechamel y queso, puedes disfrutar de este plato clásico y reconfortante en cualquier ocasión especial.

¡Buen provecho!

Consejos adicionales:

Uso de queso de buena calidad

Para garantizar el mejor sabor y textura en tus macarrones gratinados con bechamel y queso, es importante utilizar un queso de buena calidad.

Opta por quesos rallados tipo gruyère, emmental o comté, que se funden fácilmente y aportan un sabor delicioso.

Reposo antes de servir

Después de dorar los macarrones gratinados en el horno, es recomendable dejar reposar el plato durante al menos 10 minutos antes de servir.

Esto permitirá que los sabores se mezclen y que los macarrones se asienten, obteniendo una textura más firme y sabrosa al momento de probarlos.

Rallado de queso en casa

Siempre es preferible rallar el queso en casa en lugar de comprarlo ya rallado.

Al rallar el queso justo antes de utilizarlo, conservará mejor su sabor y propiedades.

Además, obtendrás un queso más fresco y con una textura más adecuada para gratinar perfectamente tus macarrones.